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El jurado concede a 2 Live Crew la propiedad de varios de sus primeros álbumes

Caso: Lil’ Joe Records, Inc. v. Ross, Case No. 1:21-cv-23727 (S.D. Fla. filed Oct. 21, 2021)

En octubre de 2024, un jurado federal de Florida falló a favor de 2 Live Crew (y los herederos de los miembros fallecidos) en una disputa con Lil’ Joe Records. El problema: hace décadas, en un proceso de quiebra, las grabaciones originales y los derechos de publicación de 2 Live Crew se vendieron a Lil’ Joe Records. En 2020, 2 Live Crew presentó una «notificación de rescisión» en virtud del artículo 203 de la Ley de Derechos de Autor de los Estados Unidos, que permite a los creadores (o a sus herederos) poner fin a las transferencias de derechos de autor después de unos 35 años, a menos que la obra sea «realizada por encargo». 2 Live Crew alegó que sus álbumes de finales de la década de 1980 no eran obras por encargo y que sus derechos legales de rescisión seguían siendo válidos a pesar de que el catálogo se vendió en quiebra.

Lil’ Joe respondió que las obras eran trabajos por encargo, que la rescisión había quedado sin efecto por la quiebra o que los acuerdos no se habían formalizado debidamente por escrito. El jurado rechazó esas defensas y decidió que los álbumes no eran trabajos por encargo y que 2 Live Crew cumplía los requisitos para la rescisión de los derechos de autor. Por lo tanto, recuperaron la propiedad de varios de sus primeros álbumes.

Lil’ Joe Records presentó un recurso de apelación.

Por qué es importante
  • Derechos de los artistas a reclamar la propiedad: Este caso reafirma que los derechos de rescisión de los derechos de autor en virtud del artículo 203 son reales y pueden sobrevivir a acciones anteriores, incluso a ventas por quiebra. Para los creadores, esto demuestra que los contratos y las transferencias de hace mucho tiempo no siempre impiden recuperar los derechos en el futuro.
  • Redacción de contratos y claridad en los trabajos por encargo: el hecho de que algo sea un «trabajo por encargo» cambia drásticamente la propiedad legal. Las empresas (discográficas, editoriales, empresas de contenidos) necesitan contratos muy claros, estructuras de pago y documentación sobre el control creativo para evitar sorpresas en caso de que los creadores reclamen sus derechos.
  • Riesgo e incertidumbre para los compradores e inversores de propiedad intelectual: Las entidades que adquieren catálogos, derechos maestros o propiedad intelectual en casos de quiebra o por otros motivos podrían enfrentarse a futuros retos legales. Las valoraciones, los acuerdos de licencia o las adquisiciones deben tener en cuenta los posibles derechos de rescisión o impugnaciones, que podrían afectar a los ingresos, la propiedad o el control.

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